Los protectores solares minerales, a diferencia de los químicos, utilizan ingredientes activos como el Óxido de zinc y el Dióxido de titanio. Estos minerales actúan creando una barrera física sobre la piel que refleja los rayos UV del sol. En cambio, los protectores solares químicos absorben los rayos UV y los transforman en calor. Para identificar los filtros solares químicos en un producto, pueden revisar la lista de ingredientes en la etiqueta. Los filtros solares químicos comunes incluyen ingredientes como:

  • Oxibenzona (Benzophenone-3)
  • Avobenzona
  • Octinoxato
  • Octisalato
  • Homosalato
  • Octocrileno

La principal ventaja de los protectores solares minerales radica en su composición. Al no ser absorbidos por la piel, se reduce significativamente el riesgo de irritaciones, alergias o la absorción de químicos potencialmente dañinos por el cuerpo. Esta característica los hace especialmente recomendables para personas con piel sensible, bebés, niños pequeños y mujeres embarazadas.

Además, los protectores solares minerales ofrecen protección de amplio espectro, es decir, contra los rayos UVA y UVB, desde el momento de su aplicación. Su acción inmediata y su perfil de seguridad los convierten en una opción más saludable para la protección solar diaria. En cambio, los protectores solares químicos requieren de 20 a 30 minutos para empezar a funcionar.